La Torre del Reloj de Iquique, una imponente estructura que adorna la pintoresca plaza Arturo Prat en la cautivadora ciudad chilena de Iquique, ha sido un testigo silencioso de la historia. Erigida en 1877, durante una época en que Iquique aún formaba parte del territorio peruano, esta torre emblemática alberga un reloj de origen inglés que corona su cúspide, un testimonio de su prestigio internacional.
Un Testimonio de Época Salitrera y Monumento Histórico Nacional
De acuerdo con las observaciones del renombrado Patricio Advis, la Torre del Reloj y los edificios circundantes en la plaza Prat, como el majestuoso Teatro Municipal, el imponente edificio de la Sociedad Protectora de Empleados de Tarapacá, el distinguido Casino Español y el Club Croata, se entrelazan para crear una de las manifestaciones urbanas más representativas del período histórico salitrero. Esta importancia histórica quedó plasmada en su declaración como monumento histórico nacional el 13 de julio de 1987.
Un Viaje a Través del Tiempo
La historia de la Torre del Reloj de Iquique se remonta a tiempos de reconstrucción, cuando Iquique buscaba renacer de las cenizas de un devastador incendio que arrasó con la Iglesia Matriz y su reloj en 1873. El proyecto de la torre fue concebido por el alcalde Benigno Posada y el Consejo Gubernamental de la ciudad, quienes tomaron la decisión el 14 de diciembre de 1877. La torre estaba destinada a reemplazar al reloj de la Iglesia Matriz, consumido por el fuego. El costo estimado de 7000 soles para adquirir el reloj fue cubierto al final por el joyero Federico Franzt. Este reloj de cuatro caras, cuyo sonido marcaba tanto los cuartos de hora como las horas enteras, llegó desde Inglaterra a bordo del vapor Ibis el 10 de diciembre de 1878.
Una Joya Arquitectónica de Tiempos Pasados
La torre del reloj de Iquique, cuyo diseño se atribuye a Eduardo de Lapeyrouse, comenzó su construcción en 1878. Apenas llegó la maquinaria requerida, se procedió con su montaje. Para enero de 1879, la torre ya estaba en pleno funcionamiento, un logro que precedió por cuatro meses al inicio de la Guerra del Pacífico. En 1880, enfrentó y sobrevivió a un incendio que consumió gran parte del centro de Iquique. Esta calamidad resultó en la expansión de la plaza Prat hacia el sur y el oeste, incorporando los terrenos devastados. La torre, inicialmente descentrada, encontró su ubicación actual en 1889 gracias a la intervención de una unidad del batallón Pisagua por orden del intendente Ramón Yabar.
Arquitectura Impresionante y Altura Emblemática
La arquitectura de la torre del reloj de Iquique se distingue por su ecléctica combinación de elementos góticos e influencias de la arquitectura islámica. Armoniosamente, arcos apuntados, angrelados y lobulados coexisten en esta estructura, rindiendo homenaje al arte mudéjar. Construida con la preciada madera de pino oregón, la torre se compone de tres cuerpos escalonados que se alzan a una altura de 25 metros, cada uno de ellos con una sección cuadrada. En su base, arcos ojivales se abren en las cuatro direcciones, presentándose como elegantes pórticos.
Detalles Destacados
- Creador del Reloj: Manuel Eduardo Lapeyrouse
- Altura de la Torre: 25 metros de madera de pino oregón.
La Torre del Reloj de Iquique, con su historia rica y arquitectura impresionante, permanece como un testimonio vivo de la historia y cultura de la región de Tarapacá. Su presencia en la plaza Arturo Prat es una conexión tangible con el pasado, un enlace que trasciende el tiempo y que invita a los visitantes a explorar su belleza y significado.
Amigos viajeros, en su visita a la Región de Tarapacá, prioricen su seguridad y respeten el entorno. Opten por servicios turísticos registrados, lleven su basura y si van a explorar áreas remotas, viajen con un guía experimentado o alguien que conozca la zona. La seguridad es clave para un viaje inolvidable. ¡Disfruten con responsabilidad!