La Iglesia de Matilla, ubicada en la pintoresca localidad de Matilla, dentro de la comuna de Pica, en la hermosa Región de Tarapacá, un auténtico tesoro histórico que se fusiona con la arquitectura neoclásica.
Un Relato Centenario
Los orígenes de esta iglesia se remontan al año 1721, cuando se erigió la estructura original. Sin embargo, el terremoto de 1877 dejó en pie solo su campanario.
En 1887, un experimentado constructor español llamado José Durán le infundió un estilo neoclásico a través de una cuidadosa reconstrucción.
El 2005, otro terremoto causó daños significativos, lo que condujo a una restauración completa en 2007.
Detalles Arquitectónicos Notables
La iglesia presenta una fachada que acoge con un arco de medio punto en su entrada principal, flanqueado por dos ventanas laterales.
El campanario, un vestigio único de la iglesia original de 1721, se encuentra apartado del cuerpo principal y destaca por su planta cuadrada que consta de dos niveles.
El interior de la iglesia alberga un impresionante retablo de albañilería, que se cree es original de la iglesia primigenia.
El toque final a su arquitectura excepcional es la bóveda de cañón corrido y un frontón triangular que se erige en la parte superior de la fachada.
Un Oasis de Cultura e Historia
Matilla, asentada junto a la Quebrada de Quisma, ha prosperado como un oasis propicio para la agricultura y, en particular, para el cultivo de viñedos desde el siglo XVIII.
La Iglesia de Matilla ha sido un faro cultural en la comunidad, y cada 13 de junio, durante la festividad de San Antonio, adquiere un significado especial al recibir tanto a locales como a visitantes.
A pesar de los desafíos planteados por terremotos, la Iglesia de Matilla se ha mantenido firme y ha sido restaurada. Desde 1951, ostenta con orgullo el título de Monumento Histórico. La restauración más reciente en 2007 fue posible gracias al apoyo de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile y la minera Doña Inés de Collahuasi.
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